Lo que no se nombra no existe
15:49
Por:
Josué Martínez
En mi
primera entrega para este blog de Colectivo Paideia, trataré sobre la
importancia de nombrar.
¿Por
qué elegí este tema? Al integrarme a este valioso equipo de trabajo denominado
Colectivo Paideia, me he documentado con diversos textos y al navegar por este
interesantísimo blog me encontré la frase: “Lo que no se nombra no existe”,
de un artículo realizado por mi compañera Eurípides Blue: “El lenguaje, la
madeja que teje nuestra trama social.” La frase que da título a este a artículo
hizo eco en mi persona y me permitió reflexionar sobre el lenguaje que
utilizamos en nuestro andar social e individual.
Existe
una amplia gama de posibilidades de nombrar, todas muy importantes, y desde la
psicología podemos comenzar a abordar este tema. En psicología, tenemos la
práctica clínica que la podemos denominar, a grandes rasgos, como la
interacción e intervención de la psicóloga/el psicólogo con la paciente/el
paciente. En esta propuesta se realiza un diálogo, existen palabras dichas y
una atenta escucha. Entonces, ¿cuál es la esencia de la relación psicólogx y
paciente? El hablar, el nombrar.
El
nombrar nuestros sentimientos, pensamientos y emociones dentro del espacio
clínico (un espacio que deriva a la reflexión, a la deconstrucción, a la
resignificación de lo que constituye nuestro ser) nos permite explorar nuevos
horizontes.
En
psicoanálisis, nos encontramos con el saber de que el sujeto está hecho de
palabras, ya sean conscientes y/o inconscientes. Palabras que nos dijeron desde
tiempos infantiles y se nos fueron “pegando”,
dando a cada unx de nosotrxs diversos significados de esas palabras y así,
el resto de los demás días hasta nuestro presente.
¿A
qué voy con esta reflexión? Nuestro lenguaje tiene mucho que ver con nuestra
historia. Con historias contadas y no contadas, con historias sabidas y otras reprimidas,
dicho sea de paso, con un posible “aprendizaje ingenuo” de nuestros
antepasados. Por lo tanto, Freud (1921) nos refiere sobre lo que no es
percibido en tanto a la represión que:
“De acuerdo con el testimonio del psicoanálisis, casi toda relación afectiva
íntima y prolongada entre dos personas -matrimonio, amistad, relaciones entre
padres e hijos-, contiene un sedimento de sentimientos de desautorización y de
hostilidad que sólo en virtud de la represión no es percibido.” (Freud,
1921) La
época en que vivimos, y que ha sido muy cuestionada desde los conceptos de
modernidad y posmodernidad, trae consigo las ideas de globalización, inclusión,
libertad de pensamiento, que a mi parecer proponen, nombran y por consecuencia
incluyen la existencia de objetos y personas que, anteriormente y siguiendo un
concepto psicoanalítico, se encontraban reprimidas. Lo reprimido en nuestro
lenguaje muestra caracteres sexistas, de no inclusión y así, de ejercicios de
poder desde puntos de vista patriarcales.
Entonces,
si nos damos a espacios clínicos, es decir, a espacios de análisis, de
reflexión de nuestras posturas, podremos llegar a horizontes que nos darán una
mayor perspectiva de nuestra relación de unx mismx con unx y así en
consecuencia, con el otrx. Para re-conocer-nos con las nuevas formas de
comunicación que serán muy importantes en nuestros vínculos dentro de la
sociedad.
Referencias:
Eurípides
Blue. El lenguaje que teje nuestra trama social. (S. F.). Obtenido de Colectivo
Paideia: https://colectivopaideia.blogspot.mx/2017/09/el-lenguaje-la-madeja-que-teje-nuestra.html el día 29 de
noviembre de 2017.
Freud,
S., (1921). Psicología de las masas y análisis del yo, pág. 19. Versión digital
de Luarna Ediciones descargado en http://www.labibliotecadejuanjo.com/2016/12/psicologia-masas-analisis-yo-freud-pdf.html el
día 29 de noviembre de 2017.
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