Muestra de Cine-debate Horizontes de los Derechos Humanos

Colectivo Paideia
9:23

Por: Lucía Velasco

El viernes 28 de octubre, en la sala siete de la Cineteca Nacional dio inicio la “Primera Muestra de Cine-debate, Horizontes de los Derechos Humanos”. Inauguraron el evento la Secretaria Ejecutiva de Mecanismo de Seguimiento y Evaluación del Programa de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Rosario Ortiz Magallón; la Embajadora de Suecia, Dra. Annika Ortiz Magallón; el Dr. Carlos Aguilar, de la UAM; y la Mtra, Paola Zavala, en representación de la Secretaria de Gobierno, la Lic. Patricia Mercado.

Esta muestra tiene por objetivo contribuir a desarrollar una cultura de los derechos humanos desde el arte, propiciando que el público en general y los especialistas, tengan un punto de encuentro en donde intercambiar ideas y opiniones sobre el tema; reflexionando así sobre los mecanismos e instrumentos que existen en México para garantizar y ejercer el cumplimiento de estos.

La Muestra está conformada por seis películas nacionales: Sunú, de Teresa Camou Guerrero; Made in Bangkok, de Flavio Florencio; Rosario, de Shula Erenberg; Corazón del tiempo, de Alberto Cortés; Ayotzinapa 26, de Amnistía Internacional y Visa al Paraíso, de Lilian Liberman; así como de cuatro películas extranjeras: Palme, de Kristina Lindström (Suecia), cinta que inauguró la muestra; Rodrigo D. No Futuro, de Victor Gaviria (Colombia); La Sal de la Tierra, de Herbert Biberman (EEUU) y Milagro en Milán, de Vittorio de Sica (Italia).

Las proyecciones se realizarán en diferentes espacios culturales de la Ciudad de México: Cineteca Nacional, Cinematógrafo del Chopo, Faro Oriente, Aragón y Tláhuac y el Monumento a la Revolución, del 28 de octubre al 9 de diciembre de 2016.

El sábado 9 de diciembre, la muestra contará con el concierto ensamble Transmisión Vocal de El Closet de Sor Juana en el Monumento a la Revolución y después de la proyección de la película, el evento se clausurará con un concierto de Los Rastrillos.

¡Consulta la cartelera y participa en los debates!

Comentarios (0)

México y la Cultura del Chile

Colectivo Paideia
9:50

Por: Eurípides Blue

Cuando una persona extranjera escucha la palabra México, invariablemente la asocia con las playas de Cancún, hombres con trajes ajustados y botonaduras en plata y oro con enormes sombreros, cantando Cielito Lindo o con la inseguridad en sus calles, pero con la seguridad de que es un país impredecible; también lo asocian con gente hospitalaria, fiestera y con una extraña adicción chile.

Y, es que el chile desde tiempos inmemoriales nos ha dado identidad, formando parte esencial de nuestra dieta a la par que el maíz, el frijol y la calabaza; actualmente es usado con fines medicinales, cosméticos, comerciales y en tiempos prehispánicos hasta correctivos (un poco de humo de chile inhalado servía para corregir a los niños desobedientes, como lo testimonian algunas escenas del Códice Mendocino).

Comencemos por desenterrar datos: El  nombre chile viene del náhuatl chilli. Los aztecas poseían una cultura del chile que hasta nuestros días perdura; unos tacos sin salsa son inconcebibles. México tiene una gran variedad de chiles debido a sus distintas condiciones climáticas, y de norte a sur están presentes en sus platillos. 

Recientes estudios encontraron que el consumo de este producto ayuda a la circulación sanguínea evitando que se formen coágulos; contiene más vitamina C que la naranja, estimula la salivación y los jugos gástricos y es antioxidante. También previene el cáncer y es el remedio por excelencia para curar la cruda según la tradición popular. Para algunas personas el enchilarse es satisfactorio, pues resulta que parte del cerebro que produce las sensaciones de placer, es la misma  que genera las sensaciones de dolor.

Según datos de La Morena (empresa de productos alimenticios), los mexicanos comienzan a consumir chile aproximadamente a los cinco años, en promedio anualmente una persona come de 10 a  15 kilos,  y hay para escoger entre más de 60 variedades distintas, siendo el habanero, el único chile que cuenta con denominación de origen.

Al chile lo podemos encontrar en salsas, moles, adobos, bebidas (chileatole) y cómo no: en dulces; tenemos platillos mundialmente reconocidos como el chile en nogada, el mole, tortas ahogadas, las enchiladas, los chilaquiles, y otros que no pueden prescindir del chile.

Pero, ¿por qué nos gusta tanto el chile? Más allá de la alimentación, ese pequeño contenedor de capsaicina, tiene afinidad con la personalidad del mexicano a tal grado que “Pique”, un chile con sombrero de mariachi, fue la mascota del Mundial de Fútbol México 86.

Rasgos como bravura, intensidad, calidez, ardor y sobre todo sabor bien podrían describirnos, sin contar que por su morfología es asociado a menesteres de hombres y a lo relativo al amor carnal, a nuestra capacidad de soportar sufrimiento y no rajar, o como diría mi mamá: “Es el gusto por el disgusto”.

Comentarios (0)

Educación para la ciudadanía

Colectivo Paideia
17:53

Por: Nadia Sierra Campos



La Constitución mexicana dice que se es ciudadana/o cuando se cumplen 18 años y tienes un modo honesto de vivir, y ¿quién te enseña la honestidad?, ¿qué es un modo honesto de vivir?, el tema de la ciudadanía podría no ser relevante para muchas personas, pero sí en materia de educación.

Para adentrarnos al tema de la ciudadanía, es necesario entender la democracia, como forma de gobierno y como modelo de vida; si bien es cierto que esta no es un remedio, ni una fórmula mágica, la historia del mundo ha demostrado que ha sido la más asociada al desarrollo de una nación, de sus habitantes y los derechos de ellxs.

En México, a pesar de las luchas que inauguraron el siglo XX, los derechos de las mujeres quedaron sin reconocerse; no fue sino hasta el 17 de octubre de 1953 que las mujeres adquirimos la calidad de ciudadanas y como diría Hannah Arendt: “el derecho a tener derechos”. Es decir, a mitad del siglo pasado apenas se volteó a mirar a la otra mitad de la población. De manera tal que hoy en México, votan mujeres y hombres mayores de edad; sin embargo, este ejercicio no ha ido acompañado de una real educación para la ciudadanía. Entonces, ¿cómo se aprende a ser ciudadana o ciudadano?

Según se puede concluir de la experiencia, la respuesta está en la educación cívica, esa que se orienta para la constitución de una cultura democrática, donde puedan practicarse formas de civismo y las personas ejerciten la solidaridad, las libertades, la justicia, el respeto a la naturaleza, la responsabilidad o la paz.

La educación cívica tiene un carácter doble: I) promueve la democracia como forma de gobierno o toma plural decisiones y II) educa en la democracia como una forma de vida  y ejercicio cotidiano en el quehacer de las personas. Transformar la democracia en forma de vida es fundamental y constituye una forma de articulación colectiva cuyo objetivo es generar sociedades respetuosas, incluyentes y capaces de comunicarse entre sí. 

Desde esta óptica, la educación cívica al priorizar el diálogo, la tolerancia, el pluralismo, la inclusión y la participación, contribuye al desarrollo de una convivencia social y política sana y fructífera.

La educación cívica tiene como objetivo educar para la ciudadanía y para la democracia. Y en tanto,  la ciudadanía se construye en lo cotidiano, la educación debe ser permanente, sin limitarse al aspecto electoral, sino que abarcando temas como los derechos humanos, los valores democráticos (libertad, igualdad, justicia, fraternidad, equidad), los valores ciudadanos, la participación ciudadana, la ecología y defensa del medio ambiente, el desarrollo, la salud sexual y reproductiva, la cultura y las tradiciones, el deporte, la no discriminación.

Así, tener un modo honesto de vivir consiste en la obligación de conocer nuestros derechos y ejercerlos, respetar los derechos de las demás personas y reconocerse en la interacción de sociedades en las que a pesar de las diferencias todas y todos somos iguales.


Sin duda, educar y formarse para la ciudadanía es un ejercicio diario y un compromiso de quienes forman a la niñez, juventud o personas adultas.

Comentarios (0)

Whatsapp y la angustia de las dos palomitas √√

Colectivo Paideia
18:37

Por: Antonio Morales

√ WhatsApp ha terminado con más de 28 millones de relaciones en el mundo
√  Las nuevas tecnologías y su efecto en la interacción humana


Todos ustedes conocen WhatsApp y saben cómo funciona, por lo que no me voy a detener en dar una introducción de esta app; y por esta misma razón es que van a entender que no es simplemente una aplicación para "mensajear". WhatsApp se ha transformado de una herramienta para conversar a un espacio que nos hace interpretar, suponer y en el peor de los casos: dar por hecho “supuestos imaginarios”.

Estas malas interpretaciones son resultado de dos simples situaciones: primero, las dos palomitas, que indican que el mensaje fue recibido en el celular, y no, que fue leído; segundo, el estado en que se encuentra el móvil desde su última conexión, y que nos proporciona la información que nos confirma si la otra persona, ya leyó el mensaje. La combinación de estos dos factores junto con nuestra imaginación pueden ser letales para la comunicación con la persona que establezcamos contacto.

Vamos a poner un ejemplo, supongamos, con nuestra pareja, ¿cuántas veces alguno de los siguientes pensamientos han pasado por nuestra mente?:

Ya le llegó el mensaje y no me ha respondido.

¿Por qué no se conectará? Siempre que está conmigo, responde inmediatamente.

Ya se conectó y no me ha respondido.
¿Por qué no me respondió a mi primero?
Aparece que está “escribiendo…” y luego… ¡nada! Debe estar pensando mucho en su respuesta.

- ¿Qué pasa que está en línea y no me hace caso?

Y la peor de todas: - ¡Ya se desconectó y no me respondió!

Estos pensamientos generan un estado de angustia y, por lo consiguiente, empezamos con las más elaboradas especulaciones.

¿Sabían, qué WhatsApp ha terminado con más de 28 millones de relaciones en el mundo? El punto no es asumir que la aplicación genera los conflictos, sino considerar que en muchas ocasiones nosotr@s hacemos mal uso de la información que nos da la tecnología; es decir, el problema no es que ahora sabemos cuando nuestra pareja se conecta y se desconecta sin mandarnos mensajes, sino de todos esos aspectos de la personalidad que influyen en nosotr@s para generar fantasías de cualquier índole, que desencadenan conflictos.

Alguna vez platiqué con una pareja que aseguró haber reducido la frecuencia de sus discusiones a partir de haber decido no utilizar las redes sociales. ¿Será necesario? ¿Debemos recurrir a estos métodos? ¿Aislarnos de la tecnología para establecer relaciones o usarla en el beneficio de las mismas? Se los dejo a la reflexión.

Comentarios (0)

Lo que nos mueve e inspira

Colectivo Paideia
16:19


Por: Angeles Santiso

Libertad, igualdad, inclusión, diversidad. Todas ellas son palabras que vienen a mi mente cuando pienso en lo que inspira el trabajo que Colectivo Paideia propone.

Vivimos tiempos complejos en una sociedad globalizada, con grandes retos a enfrentar, lo que nos exige acciones que favorezcan el desarrollo de las personas, que permitan garantizar el acceso a los medios para satisfacer sus necesidades y ejercer sus derechos, con una mirada renovada basada en el respeto y la tolerancia. Necesitamos construir comunidades más inclusivas, guiadas por un profundo interés en la diversidad y la justicia social.

¿Cómo lograrlo? No hay una sola respuesta, pero en nuestro colectivo creemos profundamente en que la educación es un recurso poderoso para transformar la vida de la gente, y que la cultura puede fomentar un sentimiento de identidad y de solidaridad. La unión de la educación y las expresiones culturales opera positivamente en el tejido social ya que salvaguarda la identidad de cada pueblo y propicia el pluralismo, el reconocimiento y el aprecio por las diferencias.

Esta es nuestra inspiración y nuestro compromiso. Deseamos contribuir de manera activa para impulsar el desarrollo de espacios más dignos en donde cada quien sea tratada/o como persona y no como si solo fuera una raza, un color, un número, una orientación sexual o una ideología. Educación para todas las personas es lo que mueve nuestros corazones y nuestra labor.

Comentarios (0)