Una modalidad de la educación a distancia: la educación en línea

Colectivo Paideia
14:19

Por Angeles Santiso


La educación es un derecho humano fundamental; sin ella, no es posible ejercer los demás derechos. En 1948, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la que, en el artículo 26, establece que “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental.” (ONU, 2017)

Los ideales educativos como los que establece la ONU, tienen como intención promover la libertad y la autonomía personal, beneficiando así el desarrollo de los pueblos. Sin embargo, millones de personas en el mundo siguen privadas de oportunidades educativas, por lo que pareciera que, en muchos casos, la educación más que ser un derecho es un privilegio de unos cuantos. En consecuencia ¿cuáles son las acciones que se han llevado a cabo para satisfacer el aumento de la demanda educativa que las aulas convencionales no han podido cubrir?

Parte de la respuesta está en las aportaciones de la Educación a Distancia (EaD) en sus distintas modalidades, que evolucionaron desde las técnicas utilizadas en el cristianismo (como las encíclicas o cartas), la educación por correspondencia, la radio y televisión educativa, la transmisión comunicacional bidireccional (haciendo uso de las telecomunicaciones, entre otros recursos tecnológicos) hasta llegar a lo que hoy conocemos como Educación en línea u on-line. Y es este último modelo, uno de los que ha revolucionado a la humanidad por sentar sus bases en el uso de la Internet y las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC).

Producto de la explosión demográfica, la industrialización y el desarrollo de los pueblos en general, los centros educativos convencionales no disponían de infraestructura suficiente para hacer frente al reto de hacer llegar educación a todas las personas, es decir, no era posible la democratización de la educación ya que los estudios estaban reservados para las clases sociales más favorecidas.

Por tanto, la EaD surge como una posibilidad de hacer llegar educación a la gente, sin importar las barreras del tiempo y el espacio -por lo menos en un sentido relativo- y la Educación en línea, ha facilitado un poderoso intercambio de conocimientos no sólo desde las aulas virtuales, sino por medio de toda la información que es posible encontrar en la red. (Campión, 2017) Sin embargo, es común la creencia de que la educación on line no es de calidad, lo cual no es cierto en cuanto a su naturaleza.



La educación on-line ha venido a romper paradigmas en lo que corresponde a los roles tradicionales tanto del estudiante como del docente. Si bien es cierto que desde hace años se ha insistido en que el docente abandone el rol directivo en el aula presencial, la realidad es que, con el amparo institucional, se sigue considerando que la autoridad reposa en él. En la Educación en línea, el docente juega un nuevo papel que es el de tutor(a). Tutores y tutoras deben fomentar el desarrollo del estudio independiente y orientar el aprendizaje del estudiante aislado y carente de la presencia del docente habitual. En consecuencia, su papel toma un giro dirigido a la autogestión y responsabilidad de su propio aprendizaje, apoyado por los diversos materiales y recursos tecnológicos a su disposición, los cuales se han planeado de antemano con los fines didácticos que correspondan a la materia de estudio.

Es esta la aportación más importante de la Educación en línea, desde mi perspectiva: romper paradigmas. La Educación on-line no sólo rompe barreras de tiempo y espacio; también transforma la postura de los actores involucrados, frente al proceso de enseñanza-aprendizaje, favoreciendo el aprendizaje significativo, la construcción del conocimiento, y el cumplimiento del compromiso mundial de La educación para todos. La calidad educativa depende, como siempre, de las personas involucradas en el proceso por lo que es riesgoso generalizar la idea de que la educación en línea carece de ella. Siempre hay instituciones y docentes con gran interés de hacer aportaciones positivas al escenario educativo, así como siempre hay personas con la actitud contraria. Hacer llegar educación a las personas más desfavorecidas por un medio como la Internet, será otro reto a enfrentar con una modalidad como esta, pero no podemos negar que quienes tenemos acceso a la educación on line, contamos con una posibilidad práctica que nos permite continuar con nuestra formación al mismo tiempo que nos hacemos cargo de nuestras responsabilidades cotidianas.


Campión, D. R. (2017). Introducción histórica de la educación a distancia [ebook]. CREFAL. Obtenido de http://aulas2.crefal.edu.mx/aulas2017/maestriaDEVA/

Naciones Unidas. (29 de junio de 2017). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Obtenido de Portal de los Derechos Humanos: http://www.un.org/es/rights/overview/charter-hr.shtml


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Duelo e intervención en crisis en casos de desastre: el S19

Colectivo Paideia
16:59

Por: Antonio Morales

Recientemente, en México hemos sido víctimas de un shock emocional que nos ha afectado a todxs de alguna manera. Es imposible tratar de explicar o poner en relieve el sufrimiento y la pérdida que ha representado para todas las personas. Sin embargo, en este artículo pretendo dar un acercamiento empático y claro de lo que, desde el punto de vista de la psicología, puede significar para algunxs de nosotrxs.

Un desastre es entendido como un evento o conjunto de eventos, causados por la naturaleza o por actividades humanas, durante el cual hay pérdidas humanas y materiales tales como muertos, heridos, destrucción de bienes, interrupción de procesos socioeconómicos y daños en la salud mental. Evidentemente, los eventos catastróficos, por lo inesperado y sorpresivo de su ocurrencia, son sucesos que tienen la propiedad de desatar crisis y sufrimiento humano. Es por eso que la psicología, en especial la clínica, ha dedicado gran parte de su trabajo a la atención de las víctimas de los desastres y en algunas ocasiones, a la preparación de las personas en caso de que se vean expuestos a estas situaciones (Pineda Marín & López-López, 2010).

Cuando las pérdidas se producen por desastres naturales, la elaboración del duelo tarda más en iniciarse y es más complicado resolverlo. Hay mucho más apego a algunos objetos personales de las personas fallecidas, cuesta más deshacerse de sus posesiones o se mantienen durante más tiempo sus cosas, como si fuera a aparecer /volver algún día, etc. En algunos casos, aunque no haya aparecido el cuerpo de la víctima y dadas las circunstancias de la muerte y sin indicios de vida, se puede considerar que la persona ha muerto; pero a pesar de ello la incertidumbre continúa, y se presentan pensamientos repetitivos en cuanto a lo que pasó.


En estos tipos de duelo, el apoyo social cobra mucha más importancia que en duelos que se producen por otras circunstancias; las personas necesitan sentirse comprendidas, arropadas, acompañadas.


Todos los seres humanos experimentamos reacciones de pérdida. Todo esto origina dolor, malestar psicológico, pena, aflicción, etc. El duelo es la reacción emocional normal ante la pérdida de un ser querido, una situación o un objeto altamente significativo. En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es total: biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), familiar (nos duele el dolor de otros), espiritual (duele el alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro; toda la vida en su conjunto duele (Acinas, 2012).

Además hay que tener en cuenta que el duelo es una experiencia cultural universal, subjetiva, que va a requerir una elaboración posterior, cuya duración va a depender de la persona. Es importante considerar que las muertes repentinas llevarán un proceso de duelo más largo.

En conclusión, es importante que las personas que están atravesando estas circunstancias busquen identificar, reconocer y aceptar sus emociones, sentimientos y pensamientos, ya que es el primer paso para darse cuenta si se necesita ayuda. Muchos colegas están dispuestos a ayudar y a brindar de sus conocimientos para la asistencia; sin embargo, como persona que está atravesando una situación en crisis, es importante que se aseguren que el profesionista de la salud cuente con la preparación necesaria para atender su situación, puesto que no todxs cuentan con formación en intervención en crisis ni con los conocimientos para abordar su problemática. Si bien es importante mencionar que una adecuada una intervención a tiempo puede reducir el riesgo de patologías psicológicas graves, también quiero enfatizar que una mala intervención puede desencadenar afectaciones psicológicas aún peores. La salud mental es algo de lo más valioso con lo que contamos; la vida en ocasiones nos hace que tambalee, no obstante, es nuestra responsabilidad buscar los medios para no dejarla ir.

Acinas, P. (2012). Duelo en situaciones especiales: suicidio, desaparecidos, muerte traumática. Revista Digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, 2(1): 1-17.
Pineda Marín, C., & López-López, W. (2010). Atención Psicológica Postdesastres: Más que un “Guarde la Calma”. Una Revisión de los Modelos de las Estrategias de Intervención. Terapia Psicológica, 155-160.

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Hablemos de ellos: la inteligencia emocional masculina

Colectivo Paideia
15:49

Por: Verónica Estrada

Casi en cualquier momento y en cualquier lugar, no es extraño escuchar o tener temas de conversación alusivos a la situación de violencia que hay en nuestro país y en todo el mundo. Entre ellas no puede escaparse la violencia de género, especialmente hacia las mujeres; y es que este tema, suena aún lastimoso, pues ha dejado y sigue dejando huellas imborrables en nuestra memoria.


Sin embargo, en este momento no pretendo tocar el tema de la violencia hacia las mujeres, sino revisar algunas consideraciones sobre el actuar masculino y cómo maneja sus emociones frente a la frustración, que muchas veces lo llevan a actuar violentamente.

Los medios de comunicación y algunos programas sociales, nos informan sobre la necesidad de empoderar a las mujeres -lo que me parece sumamente importante para erradicar la violencia de género-, pero considero que falta una pieza importante para que exista un verdadero cambio que lleve a una sana y justa convivencia entre hombres y mujeres, y es a mi parecer el trabajo con los hombres, para hablar de ello, tomaré como base la relación entre hombres y mujeres.

Si partimos de la premisa que las relaciones entre los géneros (masculino y femenino), son el resultado de una historia cultural, podemos decir que la violencia masculina no es natural, sino construida culturalmente en los itinerarios vitales de cada uno de ellos y está presente en sus vidas; muchas veces sin que ellos sean totalmente “conscientes” de esa presencia que lleva a lastimar y que a la vez los lastima.

Revisando algunos de los mandatos recibidos en la construcción de la masculinidad, ésta adquiere características particulares de acuerdo con la pertenencia a una clase social, según la identidad étnica, religiosa, la edad y el momento de la vida por la cual transita el hombre; es decir, “ser hombre” significa cosas diferentes en diferentes varones, a diferentes edades, en diferentes épocas y en diferentes sociedades.

Podemos decir que las decisiones y conductas de los hombres – al igual que las mujeres- están fuertemente moldeadas por las rígidas expectativas sociales y culturales en torno a la masculinidad. Existen ciertas expectativas para este género que comprenden la actividad laboral, presencia del espacio público, participación política, autoridad, independencia, racionalidad y privación de los afectos. De éste último hablaremos un poco más adelante.

Según estudios antropológicos, en todas las sociedades patriarcales – incluyendo la nuestra- hay cuatro mandatos que los hombres deben cumplir para ser considerados “verdaderos” hombres:

1.- Ser proveedores. Este mandato “obliga” a los hombres a ser el jefe de familia, el que lleva el sustento a la casa, el que mantiene a la familia económicamente. Estos mandatos muchas veces empujan a los hombres a refugiarse en el trabajo, fuera de casa, para obtener los ingresos que le permitan ser un buen proveedor.

2.- Ser protectores. Este mandato le impone al hombre la responsabilidad de cumplir la función de proteger a las demás personas, especialmente a las mujeres.

3.- Ser procreadores. Este mandato les dice a los hombres que ser un “verdadero varón” es tener la capacidad de fecundar y tener hijos. Además este mandato deriva en la idea de que los hombres deben siempre ser sexualmente activos.

4.- Ser autosuficientes. – La autosuficiencia tanto económica como en todos los ámbitos de
la vida, significa hacer todo solo y no necesitar ayuda. El mandato exige no depender ni confiar en nadie.

Es importante señalar que estos mandatos también son aprendidos por las mujeres y, en consecuencia, esperan y exigen a los hombres que los cumplan. Si los hombres no cumplen con estos, sienten que está en crisis su masculinidad y su identidad como hombres.

Ahora bien, ¿en qué momento se toma en cuenta el lado emocional de los hombres? Los hombres también son seres emocionales con una gran capacidad de sentir, pero si analizamos las expectativas y mandatos sociales, en una sociedad machista, los hombres desde pequeños pierden la capacidad de expresarse emocionalmente, dando lugar a la pérdida de su salud e inteligencia emocional. Eventualmente, esto llega a mermar su autoestima e incluso a afectar su capacidad de tener relaciones personales satisfactorias, sobre todo en pareja. La represión emocional también aumenta el riesgo de desórdenes psicológicos, entre ellos la depresión y la ansiedad, además que las emociones reprimidas pueden salir de manera intempestiva y usualmente se manifiestan en forma de ira y de agresividad ante una situación frustrante.

Para cumplir con los mandatos sociales, los hombres tienen empleos a los que deben dedicar una gran cantidad de tiempo (cada vez más) con el fin de generar los ingresos necesarios para mantener a la familia. Este mandato muchas veces les impide disfrutar de otros aspectos de la vida familiar, como el cuidado de los hijos, la relación de pareja, la propia salud o el ejercicio de otras vocaciones. Por otro lado, se obligan a ostentar valentía y enfrentar peligro, arriesgándose en el trabajo, la calle y a reaccionar agresivamente a modo de mostrar su “carácter”.  

Con el afán de seguir con el tradicional mandato de ser “procreadores” suponen que todo el tiempo deben desear y conquistar a mujeres, aún cuando implique no expresar sus verdaderas necesidades y sentimientos, al igual que tomar en cuenta los deseos de la otra persona, además que para demostrar su “hombría” pueden tener relaciones sexuales ocasionales y sin protección, ocasionando embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.

Finalmente, en la búsqueda de ser siempre autosuficientes, creen que pueden solos con todo y que no pueden equivocarse, lo que les impide tener una reflexión profunda y sincera consigo mismos para nutrirse favorablemente de la experiencia. Este mandato conlleva a que experimenten una profunda soledad ante la imposibilidad de mostrar inseguridad o dudas ante los demás, incluso pueden presentar conductas abusivas y a causar y causarse sufrimiento a ellos mismos y a los demás. Todo lo anteriormente expuesto, deja ver que el desarrollo de la inteligencia emocional, prácticamente es nulo.

Aunque podemos suponer que un cambio en la concepción de la masculinidad, no es tarea fácil, porque desafiar estos conceptos tradicionales, implica de cierto modo desafiar su identidad personal, hoy en día hay más hombres interesados en mejorar sus condiciones para hacer un cambio en su manera de actuar. Cada vez más hombres plantean que no se sienten “cómodos” con el papel de “machos” y no están dispuestos a asumir lo que les exigen los mandatos patriarcales, pues quieren poder expresar sus emociones, sus deseos, sus problemas, sin que implique ser “menos hombres”. Sienten un inmenso peso cuando tienen la obligación de estar siempre dispuestos, activos y exitosos sexual y económicamente. En fin, buscan elegir su propia masculinidad.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los hombres no están necesariamente acostumbrados a participar en experiencias en las que tengan que hablar de sus vidas, sus sentimientos, relaciones y emociones, por lo que la educación –como en muchos otros ámbitos- juega un papel fundamental en este cambio. La motivación para éste, depende en gran medida de las redes de pares, los mensajes de los medios de comunicación, las políticas, los líderes de opinión y otras influencias que sigan perpetuando ciertos mensajes sobre las normas de género.

Podría decirse, que las personas emocionalmente sanas, se preocupa por aprender a gestionar sus emociones, a expresarlas sin temor. Son seguras de si mismas y tan seguras que conocen su fragilidad, son amables, protectoras, sin caer en la sobreprotección que desemboca en control sobre los demás. Son empáticas, autosuficientes y se acompañan de humildad, por lo que reconocen sus errores y solicitan ayuda si lo requieren. Son respetuosas consigo mismas y con otras personas, por lo tanto, buscan recibir lo mismo. Tienen autocontrol y por ello, prefieren negociar los conflictos interpersonales para solucionarlos, pretendiendo no ofender ni recibir ofensa alguna, por lo que los hombres no tendrían por qué prescindir de estas condiciones.

Estos hombres, sí existen y son aquellos que están en mejores condiciones para hacer un cambio, pues cuestionan los modelos tradicionales y participan en la promoción de los derechos de todos y de todas.




Bibliografía y regencia electrónica
Hombres, Masculinidades Y Cambios En El Poder: Un documento de debate sobre la participación de los hombres en la igualdad de género desde Beijing 1995 hasta el año 2015

Masculinidades Plurales: reflexionar en clave de géneros. Primera edición, Buenos Aires. Programa Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD; Trama, 2012.

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Cultura Maya, raíces que no debemos olvidar

Colectivo Paideia
14:59

Por: Cinthia Godínez

Layli’ to’on kek bin xíimbalil je’e bix ka’ach úuchile’.
“Somos los mismos que continúan caminando desde el inicio de la historia”.
Proverbio Maya


Hace unos meses tuve la oportunidad de tomar unos días de vacaciones. Al cuestionarme sobre cuál sería el mejor destino a visitar en México, inmediatamente vinieron a mi mente imágenes sobre nuestra cultura, costumbres y tradiciones. Entonces, vino a mi mente una segunda pregunta: ¿qué tanto conozco de nuestra herencia cultural indígena?
Me informé sobre varios lugares y di con Cancún: sus playas de arena blanca y ese mar del Caribe en tonalidad de azul, que te enamoran; además presentaba la oportunidad para conocer Tulum. ¡Así que sin dudarlo: hice las maletas, tomé de la mano a mi hijo y  nos lanzamos a la aventura!
Al llegar a Tulum, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, ¡quedé maravillada! En este sitio encontramos ruinas mayas sobre un acantilado frente al mar. Mi mente se traslada a esa época y sento el placer y privilegio de estar a orillas del mar turquesa. ¡De ensueño! Un lugar hermoso.

¡Una ciudad maya! ¡Fue realmente fantástico! Me encontraba en esta lugar, en el cual hace muchísimos años, vivían personas con tradiciones, cultura y modo de vida, tal y como hoy día lo recrean los libros, documentales y programas televisivos. ¡Estar ahí fue impresionante!

¿Qué es la cultura Maya?


La cultura maya es una cultura mexicana del periodo precolombino que se desarrolló entre los 300 a 1460 d.C. La historia de la civilización maya se puede dividir en dos etapas: La cultura maya clásica y la cultura maya del Yucatán. En la cultura clásica (desde el año 300 al 900 d.C.) los mayas se desarrollaron en las selvas de Petén, entre Guatemala y México, y recibieron influencia de la cultura teotihuacana, por lo que la cultura maya del Yucatán son el segundo pueblo mesoamericano de México en términos numéricos y son los herederos de la que es considerada como la civilización más deslumbrante de la América precolombina. Entre las regiones indígenas de México, la península yucateca ocupa un sitio privilegiado por lo que a riqueza humana y cultural toca.[1]

Se cree que los mayas se mudaron a la península del Yucatán, en respuesta a las invasiones de pobladores de la cultura tolteca a la región en el año 1100. La organización social de los mayas fue piramidal en clases sociales: la clase dominante incluía a los funcionarios, sacerdotes, guerreros mayas (divididos en caballeros pumas, jaguares y coyotes) y a los ricos comerciantes polom, que cumplieron una función importante de comercialización, redistribución y aprovisionamiento de productos oriundas y exteriores hacia todas las poblaciones mayas; en la clase inferior o dominada se encontraban los artesanos y campesinos, quienes proveían de mano de obra para la construcción de obras, provisionamiento de alimentos para las ciudades, creación de objetos o utensilios, etc.; era esta masa que aportaba mayores impuestos a las elites guerreras y sacerdotales. En la última parte de la pirámide social se hallaban los esclavos ppentac-ob, en su mayoría prisioneros de guerra y que eran utilizados para las diferentes obras en construcción y ofrecidos en sacrificio a los dioses mayas.[2]

Como parte del recorrido llegué a al centro ceremonial de Chichen Itzá. Ahí se rindió culto a la serpiente emplumada Kukulcán, también conocido como Quetzalcoatl. Aquí se llevaban a cabo las ofrendas a los dioses de la fertilidad o la lluvia, entre otros. Las ofrendas podrían ser de objetos de oro, prisioneros de guerra, vírgenes, animales, etc.

Los mayas tienen una cosmovisión acerca del mundo algo singular, creían que la tierra era plana y cuadrada, sostenida por los dioses llamados bacales (los cuatro puntos cardinales), y estaba compuesta por trece cielos y nueve infiernos gobernados por diferentes dioses
Los dioses influían de manera significativa en el desarrollo de su civilización; así que la práctica de sacrificios humanos fue extendida en las culturas mexicanas, puesto que consideraban era un acto con la finalidad de atraer el favor divino sobre sus civilizaciones. Los dioses mayas representaban a la naturaleza:[3]

Kukalcan o Quetzalcoatl "serpiente emplumada": era el principal dios de los mayas y el señor de la ciudad de Chichen Itza. Otros dioses importantes son: Yum Kax (dios del maíz), Chac (dios de la lluvia) y Ex Chuah (diosa protectora de los mercaderes y viajeros).

Avanzaban los días y sentía la satisfacción de tener la oportunidad de observar, aprender y
disfrutar de todo lo que la cultura maya me brindaba. Así llegó la visita a Xcaret, parque eco-arqueológico localizado a la orilla del mar, en la Riviera Maya y muy cerca de Cancún. En él hay diversas actividades, la que más me llamó la atención, y qué pude compartir con mi hijo, fue la representación del juego de pelota con el espectáculo “Xcaret México Espectacular”, una fiesta de luz y color con 300 artistas que nos muestran un recorrido por la historia de México.[4] Fue ahí y como resultado de disfrutar del espectáculo que recordé lo maravillosa que es toda la cultura que antecede a lo que hoy es México.
Comida, vestimenta, bailes, música, arte… todo aquello que nos hace ser un país lleno de riqueza que debemos valorar. Por ejemplo, iniciamos con la representación de pelota, una actividad sociocultural en la que participaban niños, hombres y mujeres. El juego era parte del desarrollo de la fuerza física, había juegos importantes que incluían rituales políticos o religiosos en los cuales los participantes se jugaban la vida. Los equipos jugaban en la cancha o campo de juego en forma de doble T. Las canchas variaban en tamaño dependiendo del lugar y la época. El hacer pasar la pelota por el aro era uno de los objetivos principales del juego, también si la pelota tocaba el aro era bueno para el equipo y para el jugador. La pelota tenía que mantenerse rebotando por medio de los jugadores quienes utilizaban diferentes partes del cuerpo para golpear la pelota.  A lo largo de la cancha, en los costados, se construían paredes inclinadas para rebotar la pelota.[5]
Después del juego de pelota, vino la escenificación sobre la llegada de los españoles a estas tierras, y sobre cómo toda esa cultura es alterada por una nueva ideología, religión, formas de gobierno y organización social, dando así inicio al antecedente de lo que hoy es México: la Nueva España.
El espectáculo llega a la etapa cultural de Nuestro México bonito: un panorama de bailes típicos de los diversos estados de la república, su vestimenta, su música y baile. La experiencia de presenciar el espectáculo fue cerrar los ojos un momento y dejarnos llevar por la música, como un soundtrack de película, es decir, por sí misma cuenta una historia.
Sin duda alguna hablar de cultura prehispánica hoy es para algunos mexicanos  sinónimo de “nuestras raíces” indígenas, que identifican a México, mismos que nos distinguen ante el mundo. ¿Los mexicanxs de hoy realmente los valoramos? ¿Qué podemos hacer para no olvidar estas raíces?
Para concluir  subrayo la necesidad de reconocer que no fue fácil construir una identidad nacional, y que el caso de México, como en la mayoría de los países latinoamericanos, nuestras culturas originarias se deben considerar como un rasgo de la diversidad cultural en todas sus manifestaciones que proyectan la esencia destacable de historia y nuestra actualidad.
Importante destacar que las mujeres mayas son las únicas que al día de hoy se han defendido legalmente de Monsato, una lucha por la participación política de las mujeres en los comités donde defienden la vida y la salud de las personas y los bosques del municipio de Hopelchén, Campeche.


Fuentes Consultadas
Cultura Maya, Luis Portillo. Disponible en http://www.culturasmexicanas.com/2014/08/cultura-maya.html, Copyright © 2011
Acerca de Xcaret, Disponible en: http://www.xcaret.com.mx/acerca-de-xcaret.php,  © Copyright 2017
El juego de pelota de los mayas, Disponible en: http://mundochapin.com/2013/06/juego-de-pelota-maya/16246/. MundoChapin.com© Derechos Reservados 2017
Yucatán, identidad y cultura Maya, Centro de Investigaciones Regionales "Dr. Hideyo Noguchi" Unidad de Ciencias Sociales, Dirección General de Desarrollo Académico,  Última Actualización: 01 de Julio de 2015. Disponible en: http://www.mayas.uady.mx/, © Universidad Autónoma de Yucatán.



[1] Yucatán, identidad y cultura Maya, Centro de Investigaciones Regionales "Dr. Hideyo Noguchi" Unidad de Ciencias Sociales, Dirección General de Desarrollo Académico,  Última Actualización: 01 de Julio de 2015. Disponible en: http://www.mayas.uady.mx/, fecha y hora de consulta: 4 de septiembre 16:42 hrs.                              © Universidad Autónoma de Yucatán
[2] Cultura Maya, Luis Portillo. Disponible en http://www.culturasmexicanas.com/2014/08/cultura-maya.html, Copyright © 2011, fecha y hora de consulta 28 de agosto 2017, 23:43 hrs.

[3] Idem
[4] Acerca de Xcaret, Disponible en:  http://www.xcaret.com.mx/acerca-de-xcaret.php, Fecha y hora de consulta, 29 de agosto de 2017, 17:56 hrs. © Copyright 2017
[5] El juego de pelota de los mayas, Disponible en: http://mundochapin.com/2013/06/juego-de-pelota-maya/16246/. MundoChapin.com© Derechos Reservados 2017, Fecha y hora de consulta: 29 de agosto 19:45 hrs.

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