Encontrarse a una misma: Simone de Beauvoir

Colectivo Paideia
12:48

Por: Lucía Velasco

"Había gente que había hecho cosas: yo las haría".
Simone de Beauvoir 
Memorias de una joven formal

Son muchos los adjetivos con los que se puede calificar a una mujer como Simone de Beauvoir: audaz, persistente, dedicada, brillante, excepcional, indomable; mi favorito: auténtica.

Simone de Beauvoir nació en París, Francia, el 9 de enero de 1908, y desde muy pequeña le quedó chica la piel que le diseñaron en su casa, así que decidió hacerse una a la medida.


Proveniente de una familia burguesa caída a clase media, como consecuencia de la Gran Guerra, Simone de Beauvoir fue educada en la ambivalencia: ser una chica convencionalmente formal con una buena educación para buscarse el sostén en la vida.

Desde el seno familiar, observa las diferencias entre las expectativas de lo que se espera del comportamiento y educación femenina a diferencia de la masculina, además de las expectativas morales que las clases sociales pretenden. Y, se revela ante ellas.

Fue así que su búsqueda por la verdad y su pasión por los libros la llevaron a exigirse siempre el máximo esfuerzo en sus estudios. A los 15 años había renunciado a la religión y decidido, sin renunciar a la posibilidad del amor, que no tendría hijos, buscaría trascender de otra forma: la docencia fue su primera opción; escritora, la segunda; ambas, el resultado.

“Sin embargo, perseveré en mi designio: servir… protesté en mi cuaderno que ni siquiera el gran hombre es un fin en sí: sólo se justifica si contribuye a elevar el nivel intelectual y moral de la comunidad humana”, escribiría años más tarde en Memorias de una joven formal, el primero de sus tres libros autobiográficos.

La fuerza de las cosas, La invitada, Hermosas imágenes, La plenitud de la vida, Los mandarines, Una muerte muy dulce, La mujer rota, son algunos de los títulos de su obra, que han quedado como legado para hacer la reflexión sobre múltiples temas que damos por establecidos, sin jamás cuestionarlos que los damos por hecho, por “naturales”.

Sin lugar a dudas, su libro más famoso es El segundo sexo (1949), catalogado como el ensayo feminista más importante de la segunda mitad del siglo pasado, por especialistas sobre el tema alrededor del mundo. Esta obra, organizada en dos partes, analiza a la mujer desde los puntos de vista: científico, histórico, psicológico, sociológico, ontológico y cultural. En ella afirma: “No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana…”. El segundo sexo es una reflexión crítica sobre la condición de la mujer.

Con La ceremonia del adiós (1981), ensayo que trata de los últimos años de vida del filósofo existencialista Jean- Paul Sartre, quien fuera su pareja sentimental e intelectual por 50 años, Simone se retira de la literatura.  Cinco años después, en 1986, a los 78 años de edad, murió en la misma ciudad que la vio nacer.

De Beauvoir estudió, viajó, defendió, experimentó, enseñó, protestó, escribió; fue la única mujer de la corriente existencialista -Sartre, Camus y ella-; escandalizó al mundo con su forma desenfadada y auténtica de vivir su vida, y hasta su muerte, alzó la voz en contra de las diferencias de género y de la injusticia social.

Su herencia intelectual sigue aquí para cuestionarnos hasta donde somos nosotras y hasta donde somos producto de lo que la cultura machista espera de la mujer.



Referencias:

De Beauvoir, Simone. Memorias de una joven formal. Ed. Sudamericana. Argentina. 1977. pp. 387.
Monsiváis, Carlos. Misógino Feminista. Ed. Debate Feminista y Océano. México. 2013. pp. 274.
Robles, Martha. Mujeres del siglo XX. FCE. México. 2005. pp. 414
Robles, Martha. Mujeres, mitos y diosas. Conaculta, FCE y Tezontle. México. 2003. pp. 337.

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