El compañero en el recorrido final
18:15
Por: Jezz
La festividad
del Día de Muertos es quizá una de las más coloridas de todo México, y aunque el
2 de Noviembre, es el Día de los Muertos o Día de los Fieles Difuntos, se
empieza a celebrar desde el día primero, con el Día de Todos los Santos, y que
en la creencia popular, por herencias de algunos pueblos nahuas, se dedica a
los niños difuntos.
Ambos
me encantan porque desde días antes los rincones de los pueblos y ciudades se
empiezan a llenar de papel picado, catrinas, esqueletos bailando, calabazas
en dulce, pan de muerto y calaveritas de azúcar y chocolate -a las que les
puedes poner tu nombre-; mis favoritos son el aroma a copal y a flores de
cempasúchil, que además llenar de olor y color los puestos en los mercados y
las ofrendas, simbolizan el camino que el alma tiene que hacer para en su
regreso a casa.
Pero, hoy
me centraré en el mito de Míctlan, Xibalbá y Hel, que "engloban un sólo concepto:
el del mundo subterráneo, el submundo, el mundo inferior, el infierno (del
latín: ínferus, inferior, de abajo), que corresponde al tercer plano mitológico
del universo primitivo indígena: el reino de los muertos, la región de las
sombras..."[i]
"El
Mictlán era la última morada de quienes no morían en batalla, parto,
sacrificados o por agua, era este un lugar subterráneo y sombrío al que
llegaban los muertos después de nueve planos o dimensiones por un camino
tortuoso y muy difícil, llegando al Mictlán para finalmente descansar,
desaparecer o transformarse en colibrí”.[ii]
Y si
bien, el Mictlán tiene nueve planos o dimensiones, voy a enfocarme en el
primero, el Apanohuaya (donde se pasa el río), la historia dice que: "Los
muertos llegan a la orilla de un río caudaloso que deben atravesar, con la
ayuda de su perro xolotzcuintli, los perros esperan a su amos a la orilla del
río”.[iii]
"Los
nahuas creían que al llegar al gran río del inframundo, el espíritu encontraba
a su perro y montaba sobre su lomo para atravesarlo. Entre los mayas se
confirma esta creencia, por ciertos datos de las fuentes escritas, y por sobrevivencias en algunos grupos actuales (tzeltales, tzotziles y lacandones). El perro que
transportaba al espíritu tenía que ser el propio perro del muerto, ya que los
otros constituían una amenaza en el camino”.[iv] Alguna vez al compartir con alguien esta
historia me dijo que no bastaba con que el perro fuera de uno, si no que en
vida se tuvo que ser bueno él, porque sino se corría el peligro que el alma del
recién muerto se quedara vagando sin llegar
al descanso eterno.
Cuando conocí
el mito me encantó y, en abril de 2013, se enlazó a mi historia familiar:
El paseo diario con mi perra Kiara, se convirtió en un paseo sin regreso, un
carro la empujó y ella de cuerpo pequeñito, se fue a buscar una nube que habitar. Cómplice de mi abuela Silvia, y compañera de ambas
en las tardes de películas, nos dejó un vacío enorme... jamás imaginé lo que
vendría.
Un año
después, justo en el mes de abril, una enfermedad mal cuidada se llevó a mi
abuela. Dentro del dolor que invadía mi alma, me consoló saber, que allá donde
llegara, se encontraría con la misma compañía que tenía en la tierra de los
vivos. Así, cuando me despedí de ella, le pedí saludara a nuestra pequeña
peluda, y comprendí que Kiara se adelantó para guiar su camino y ofrecerle la
mejor vista para seguir cuidándome, como lo hicieron aquí. Ambas ausencias son
imposibles de llenar, pero algo me dice, que Chimu (la hermosa perra que llegó a
los tres meses de la partida de mi abuela), fue enviada por ellas, para que nos
hiciéramos compañía y yo ya no me sintiera tan sola acá.
Este
año la ofrenda tiene una galleta, agua y el juguete favorito de Kiara, junto
con los taquitos y la cerveza favorita de mi abuela, para que ambas puedan
reponer energía en su viaje del más allá al más acá, al visitarnos. Cuéntame si
conocías acerca del Mictlán.
[i] Vicente T. Mendoza. El plano o mundo inferior (p. 77).
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn03/032.pdf. septiembre, 2016.
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn03/032.pdf. septiembre, 2016.
[ii] Museos de México. El
Mictlán, el camino al Inframundo.
http://www.museosdemexico.org/museos/entradamuseo.php?idMuseo=128&idMenu=8&Tipo=7&idExposicion=991&TipoMenu=2&Historico=1. Septiembre, 2016.
http://www.museosdemexico.org/museos/entradamuseo.php?idMuseo=128&idMenu=8&Tipo=7&idExposicion=991&TipoMenu=2&Historico=1. Septiembre, 2016.
[iii] Idem.
[iv] De la Garza, Mercedes. El perro como simbolo religioso entre los mayas y los nahuas (p.118)
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn27/519.pdf. Septiembre, 2016.
Ilustración: Amantis, Diseñadores Independientes Mexicanos.
https://www.facebook.com/AmantisMx
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn27/519.pdf. Septiembre, 2016.
Ilustración: Amantis, Diseñadores Independientes Mexicanos.
https://www.facebook.com/AmantisMx
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