El discurso del odio

Colectivo Paideia
17:00


Por: Angeles Santiso

“La violencia en la voz es a menudo 
la muerte de la razón en la garganta.”John Frederick Boyes   



El pasado 27 de marzo, en el hermano país de El Salvador, se lanzó la Marca País con la que se pretende impulsar su desarrollo promoviendo inversiones, exportaciones y turismo, y así posicionar al pueblo salvadoreño mostrando al mundo lo valioso que es. “Además de esto, la Marca País también contará con el apoyo embajadores de la marca, que se trata de salvadoreños destacados en diversos aspectos como la ciencia, arte, cultura, gastronomía, moda y diversas facetas de la idiosincrasia nacional que representen, pongan en alto y promocionen a El Salvador, con esta nueva marca, en las esferas nacional e internacional.”[1]

Entre los embajadores mencionados se encuentra Rossemberg Rivas, diseñador gráfico de profesión, especializado en Diseño de vestuario para espectáculos por el Fashion Institute of Tecnology, de Nueva York. Con todo su bagaje de conocimiento y experiencia en música, artes plásticas, teatro, ballet, cine, fotografía y perfomance, se abrió paso para participar en prestigiosos espectáculos internacionales como el Cirque du soleil y el Carnaval de Río de Janeiro. Y en honor a su primera década de trayectoria artística, el Museo de Arte de El Salvador, montó por primera vez una exposición temporal que rinde homenaje a la carrera de un diseñador de espectáculos.[2]

Con dicho perfil, todo pareciera apuntar a que estar entre los embajadores seleccionados para representar a El Salvador frente al mundo, es una buena elección. Sin embargo, se han manifestado una gran cantidad de opiniones en contra. ¿Es porque se duda de su capacidad? No. ¿Tal vez porque se considera una decisión basada en relaciones y no en talento? No. El desacuerdo tiene que ver con su aparente orientación sexual la cual no ha quedado bien definida en los medios, puesto que se le nombra como travesti, homosexual y transexual.

Me permito copiar textualmente algunos de los comentarios a los que hago referencia, y los reproduzco tal como están plasmados en distintos medios. Los primeros corresponden a la nota publicada por Noticias Menotty Periódico Digital, y que tomo de su página de Facebook[3]: “Qué asco… La biblia dice maldito el hombre que se mete con otro hombre ESTÁN MALDITOS. Que vergüenza para los salvadoreños posando con gay. Abominación total. Junto a otro joto. Si habría que fusilarlos, a quien le dan primero?”  Por otro lado, está el curioso titular que reza: “Rosemberg Rivas, un travesti, es el embajador de marca país de El Salvador”[4] y digo curioso puesto que nunca he leído un titular en el que se haga referencia a la heterosexualidad de alguien.









Los medios de comunicación son una influencia sumamente importante para moldear nuestra percepción del mundo, y estos debieran tener como estandarte la libertad de expresión. El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos señala que “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”[3]  La libertad de expresión es un elemento fundamental para la democracia, el desarrollo y el diálogo. Sin embargo, la pregunta es ¿podemos expresar lo que sea en cualquier medio amparadxs en este derecho?

Para responder a dicha pregunta, valdría la pena recurrir a algunos ejemplos históricos como el discurso racista de Hitler, difundido por radio y medios impresos, además de usar la estrategia de controlar los contenidos publicitarios de la época. Otro ejemplo es la República Federal Socialista de Yugoslavia, en la que los nacionalistas serbios, y su líder Milosevic querían crear una “Gran Serbia”, limpiando su territorio de otras etnias, religiones y nacionalidades.  Y había un factor en común entre ambos sucesos: el discurso del odio.

 “El discurso del odio pretende degradar, intimidar, promover prejuicios o incitar a la violencia contra individuos por motivos de su pertenencia a una raza, género, edad, colectivo étnico, nacionalidad, religión, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, lengua, opiniones políticas o morales, estatus socioeconómico, ocupación o apariencia (como el peso, capacidad mental y cualquier otro elemento de consideración. El concepto se refiere al discurso difundido de manera oral, escrita, en soporte visual en los medios de comunicación, o internet, u otros medios de difusión social.”[4] La pregunta es ¿parece exagerado comparar el caso de Rossemberg Rivas con los hechos históricos citados? Tal vez ante la mirada de algunas personas sí lo sea, pero para mí es un compromiso ético señalar el discurso de odio que diariamente escucho y leo, y que es el origen de diversas formas de violencia que van desde la burla hasta el asesinato o el genocidio. Comentarios racistas, clasistas y homofóbicos son algunos de muchos ejemplos de discursos que debiéramos erradicar de nuestra expresión, esa que es libre siempre y cuando no destruya a otras personas. El caso de Rivas en uno entre miles, pero no por ello menos importante.

Quien no haya hecho un mal chiste o comentario en el que se discrimina a otra persona, o quien no haya experimentado rechazo hacia otrx por ser diferente, que lance la primera piedra. Nos hemos equivocado cuando hemos dañado a otras personas con nuestro decir. La propuesta es la reflexión y la conciencia de aquello que pensamos antes de que salga como palabra destructiva, y así haremos nuestra contribución a la posibilidad de vivir en un mundo más respetuoso y pacífico.








[1] El Salvador lanzó su Marca País. (28 de marzo de 2017). Obtenido de PROESA: http://www.proesa.gob.sv/novedades/noticias/item/3502-el-salvador-laz%C3%B3-su-marca-pa%C3%ADs
[2] Rossemberg Rivas- Agosto 2014. (s.f.). Obtenido de Medio Lleno. Creando oportunidades: http://mediolleno.com.sv/salvadoreno-del-mes/rosember-rivas-agosto-2014
[3] ONU. (2015). Declaración Universal de los Derechos Humanos (edición ilustrada). Nueva York: Naciones Unidas. Obtenido de http://www.un.org/es/udhrbook/
[4] Pankowski, R. (2008). Comprender y luchar contra el discurso del odio. Obtenido de UNITED: http://www.unitedagainstracism.org/pdfs/HateSpeechLeaflet_E.pdf









[1] El Salvador lanzó su Marca País. (28 de marzo de 2017). Obtenido de PROESA: http://www.proesa.gob.sv/novedades/noticias/item/3502-el-salvador-laz%C3%B3-su-marca-pa%C3%ADs
[2] Rossemberg Rivas- Agosto 2014. (s.f.). Obtenido de Medio Lleno. Creando oportunidades: http://mediolleno.com.sv/salvadoreno-del-mes/rosember-rivas-agosto-2014
[3] Recuperado de: https://www.facebook.com/noticiasmenotty/posts/872843639558494
[4] Rosemberg Rivas, un travesti, es el embajador de marca país de El Salvador. (11 de septiembre de 2017). Obtenido de El Salvador Times. Noticias confiables: http://www.elsalvadortimes.com/articulo/sucesos/rosemberg-rivas-travesti-embajador-marca-pais-salvador/20170910152433028192.html
[5] ONU. (2015). Declaración Universal de los Derechos Humanos (edición ilustrada). Nueva York: Naciones Unidas. Obtenido de http://www.un.org/es/udhrbook/
[6] Pankowski, R. (2008). Comprender y luchar contra el discurso del odio. Obtenido de UNITED: http://www.unitedagainstracism.org/pdfs/HateSpeechLeaflet_E.pdf

Read Users' Comments (1)comentarios

1 Response to "El discurso del odio"

  1. milton says:
    15 de septiembre de 2017, 16:34

    excelente aporte nos haces Ángeles, bajo esa sombra de la liberta de expresión muchos nos cubrimos y lanzamos ataques muchas veces cargados de odio, discriminación, desprecio al ser humano que no consideramos igual a nosotros, la intolerancia que vivimos en muchas regiones de Latinoamerica son grandes, muy comparadas con la época de Hitler como tu muy bien lo señalas.

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