El uso de redes sociales puede desencadenar depresión

Colectivo Paideia
15:23

Por: Antonio Morales

¿Sabían qué se ha demostrado qué el uso de las redes sociales puede desencadenar situaciones de depresión en las personas?

Nueve de cada diez internautas mexicanxs están en redes sociales, y la red social más popular en México es Facebook (Islas, 2015). El uso de las redes sociales cubre una necesidad de comunicación y es una forma muy práctica para poder mantenerte al tanto de eventos que ocurren en el mundo, así como de las situaciones que ocurren con las personas que conoces. En ellas, tenemos la total libertad de publicar lo que queremos, compartir momentos o hechos que nos parecen relevantes que deseamos conozcan lo demás. Sin embargo, sabemos que las redes sociales generan dependencia, lo experimentamos día a día -ya sea con conocidos o incluso con nosotros mismos-, pero… el tema de la dependencia es diferente a la depresión, y hoy hablaremos de ésta última.

Para hablar de la relación entre el uso de redes sociales con la depresión, analicemos en primera instancia el tipo de publicaciones que vemos. Es muy común que al entrar en ellas veamos representaciones felices y extremadamente idealizadas de la vida privada de las personas que seguimos, por ejemplo: fotos de vacaciones, adquisiciones de algún bien material o incluso algún logro personal como una titulación o una boda. Son pocas las personas que expresan sus infortunios o problemas, no decimos que no se publiquen, pero sabemos que son los menos.

Enfrentarse constantemente con las imágenes de quienes seguimos que muestran una vida “perfecta” y llena de situaciones maravillosas puede suscitar fuertes sentimientos de envidia y asumir que sus vidas son efectivamente: perfectas. Distorsionar la realidad trae como consecuencia la idea de desvalorización sobre nuestra propia vida, olvidando que ninguna existencia es perfecta e  idealizando las de los demás, asumiendo que son más felices o exitosos que unx.

Las redes sociales pueden hacer que las personas se sientan incluso desvaloralizadas, si éstas creen que no están a la altura de sus amigos debido al número de visitas, mensajes actualizados y fotos de personas felices que la están pasando muy bien. Esta percepción sobre unx mismx puede afectar nuestro humor o tal vez volvernos competitivos, perdiendo la perspectiva de nuestros logros por ver e imaginar que los de los demás son mejores; por lo consiguiente: preocuparnos más en alcanzar metas “fantasiosas” que nosotros mismos nos construimos.

Por otro lado, al exponernos o exponer parte de nuestra vida privada en redes sociales, nos vuelve objeto fácil de críticas o calificaciones sobre lo que hacemos y como somos, teniendo como consecuencia que podamos sentirnos juzgados por “valer” menos que los demás. ¿No les suena depresivo?

Todos los días vemos “selfies” -que generalmente son el resultado de varios intentos fotográficos hasta que se obtiene la imagen perfecta- y cuyo objetivo es obtener más “likes”; es decir, que más conocidos aprueben como me veo y que lo hago es mejor. Pero, ¿qué pasa cuándo no obtenemos la cantidad de “likes” esperados?

Recordemos que hace algunos años nos quejábamos sobre las imágenes de lxs modelos en revistas y de cómo estas imágenes representaban estándares de belleza poco realistas, no obstante, el día de hoy, la persona más aprobada socialmente cuenta con un dato cuantitativo llamado: “Me gusta”.

Una investigación realizada por la Royal Society of Public Health (RSPH) y la Universidad de Cambridge denominado #StatusOfMind indica que el 91% de los jóvenes en edades entre 16 y 24 años usa internet para navegar en redes sociales, mientras que las tasas de ansiedad y depresión de este grupo han aumentado en 70%. Así mismo, esta investigación determina que Instagram es la red social que más afecta a la salud mental de los jóvenes entre los 16 a los 24 años, debido al aumento de sus niveles de ansiedad, porque comparan sus vidas contra lo que ven en los perfiles de la gente a la que siguen.

Y, aunque sabemos que uno de los principales objetivos de las redes sociales en la red es facilitar la comunicación y el contacto social de una manera más rápida e inmediata, se ha descubierto que irónicamente el uso excesivo de éstas lleva al aislamiento; es decir: la interacción interpersonal en la vida real se ve disminuida, afectando al desarrollo de las habilidades sociales y de profundidad en la vida diaria y real fuera de Internet.

Como pueden ver, son muchos los puntos que se consideran en relación de la depresión con las redes sociales. ¿Ustedes qué opinan? ¿Consideran ésta una problemática cercana a ustedes? ¿Les gustaría que profundicemos más sobre alguna de las consecuencias aquí señaladas?



Referencias

Islas, O. (2015). Cifras sobre jóvenes y redes sociales en México. EntreTextos.


Status of Mind: Social media and young people’s mental health (05 de 2017). Obtenido de Young Health Movement: http://www.yhm.org.uk/wp-content/uploads/2017/05/RSPH-YHM-Social-Media-Mental-Health-Report-1.compressed.pdf

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Semáforo en rojo

Colectivo Paideia
14:22

Por: Jezz

Uno de mis mayores miedos -desde que tengo uso de razón-, es ser atropellada. Tengo la teoría que en alguna otra vida morí así, porque incluso sea cruzar una simple calle o peor: una avenida, ¡me da miedo! Trato de buscar siempre el paso peatonal y si hay semáforos, esperar la indicación. Prefiero esperar esos 60, 30 o 45 segundos que marca, a pasar corriendo y no saber si lograré cruzar, sin provocar algún accidente; pero a lo largo de mi camino a la escuela, al trabajo, en la vida diaria, me he encontrado con gente que no se da cuenta de lo efímera que es la vida, poniendo en juego el "correr", sin pensar en que en cualquier segundo puede pasar un auto, una moto o el transporte público. Muchos corremos a todos lados, porque siempre tenemos prisa; pero, ¿si tanto nos preocupa llegar a tiempo, no deberíamos ocuparnos en primera instancia POR LLEGAR?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, cada año, los accidentes de tránsito causan la muerte de aproximadamente 1.24 millones de personas en todo el mundo. A pesar de que los países de ingresos bajos y medianos tienen menos de la mitad de los vehículos del mundo, se producen en ellos más del 91% de las muertes relacionadas con accidentes de tránsito. La mitad de las personas que mueren por esta causa son “usuarios vulnerables de la vía pública”, es decir: peatones, ciclistas y motociclistas. [1]

A nivel nacional, los accidentes de tránsito en que perdieron la vida pasajeros y peatones representan el 50% -2 mil 354- del total de 4 mil 708 víctimas que se registraron en intersecciones viales urbanas, de acuerdo con la Estadística de Accidentes de Tránsito en zonas urbanas que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de manera anual. [2]

El problema de la seguridad vial en México es la segunda causa de discapacidad general, los hospitales de la república alojan 750 mil lesionados al año. Cifra que representa un importante impacto, no sólo como tema de salud pública, sino también como un importante efecto negativo en la economía del país. [3]

En el 2010, en cifras preliminares, los accidentes viales fueron la décima causa de muerte de la población general en México, sólo dos lugares después de aquellas derivadas de los homicidios. En el 2009, la tasa fue de 4.7 muertes por cada 100 mil habitantes y en el 2008, el grupo de edad más afectado, por atropellamiento y accidentes de vehículo, es el de los 15 a 44 años, que acaparó 51.5% de la tasa de mortalidad. [4]

Días, horarios y edades que preocupan

Las cifras oficiales indican que en México 17 mil 062 personas perdieron la vida en el 2008 a consecuencia de los accidentes de tráfico de vehículo de motor; sin embargo, de acuerdo con estudios científicos relacionados con el subregistro de información se estima que tal cifra podría ser 41% más alta.

Cada día pierden la vida en México, por esta causa, 47 personas, de las cuales casi 25 son jóvenes de entre 15 y 34 años. La principal causa de muerte de jóvenes no es el SIDA ni el cáncer, sino los accidentes de tránsito, esa es conclusión que comparten la Secretaria de Salud con la Organización Mundial de Salud.

Es el fin de semana en donde se registran la mayor cantidad de las víctimas mortales. Cabe destacar que el día domingo reporta el 22.9% de las víctimas; el segundo lugar, es el día sábado con 19.2% y, en tercer lugar, el lunes con 13.6%; estos tres días concentran el 55.7% de las víctimas que fallecen en el lugar del accidente. [5]

De acuerdo a los registros de 2014, el horario con mayor número de víctimas mortales es entre las 18:00 y las 20:59 horas, con el 18.7% y en segundo lugar, de las 21:00 a 23:59 horas con 16.2 por ciento.

El Nuevo Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, en su artículo 10 habla de todas las preferencias de paso, las restricciones y penalizaciones. Aquí te las compartimos:[6]
  • En las intersecciones controladas por semáforos, cuando la luz verde otorga el paso si el peatón no alcanza a pasar completamente la vía y en las intersecciones que no cuenten con semáforo, siempre tendrá preferencia el peatón sobre el tránsito vehicular.  
  • Los conductores deberán parar y ceder el paso siempre a los peatones.
  • Los vehículos no motorizados (bicicletas) tendrán preferencia de paso sobre los vehículos motorizados.
  • Los vehículos de emergencia tienen preferencia de paso sobre los demás vehículos, cuando circulen con las señales luminosas o audibles en funcionamiento.
  • El ferrocarril, el tren ligero y vehículos de transporte público, que circulen en carriles exclusivos confinados o en contraflujo, tienen preferencia de paso.
  • En las intersecciones reguladas por agentes viales, los conductores deben seguir las indicaciones de estos, independientemente de las reglas de preferencias o de lo indicado por los dispositivos para el control del tránsito.
  • Los conductores deben detener su vehículo cuando el semáforo esté en rojo, en la línea de “alto”, sin invadir el cruce peatonal o el área de espera para bicicletas o motocicletas.
  • Cuando exista congestión vehicular que impida cruzar completamente la intersección y aunque la luz del semáforo indique siga, se deberá parar en la línea de alto para evitar obstruir la circulación.
  • Cuando un semáforo se encuentra con luces intermitentes se cruzará con precaución disminuyendo la velocidad. Tiene preferencia el conductor que tenga la luz destellante en ámbar y el conductor que tenga la luz destellante en rojo deberá hacer alto total y cruzar con precaución.
  • En vías de acceso controlado, por ejemplo: viaducto o periférico, los vehículos que se incorporan a los carriles centrales deberán ceder el paso a los que siguen en la vía. Los vehículos que circulan sobre la lateral, deberán ceder el paso a los que se desincorporan de los carriles centrales.

En pocas palabras las prioridades van así: Servicios de emergencia > Peatones > Ciclistas > Transporte Público > Automóvil particular.

La verdad al cierre de esta nota, sigo impactada por la cantidad de accidentes que son generados por ir a exceso de velocidad, no respetar el semáforo, los carriles asignados o las señales viales. Me da miedo cruzar la calle y que, aunque yo como peatón tenga prioridad de paso, quien maneja no lo considere así.

También caí en cuenta de todas esas veces en las que yo no respeté las reglas de la sana convivencia vehicular y he aprendido más de lo que parece.

¿Crees qué realmente se respeta la prioridad vehicular? ¡Cuántas veces no evitamos el puente peatonal! ¿Qué medida implementarías para una mejor educación vial?

Fuentes:
[1] INEGI. (2015). "ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL... DÍA MUNDIAL EN RECUERDO DE LAS VÍCTIMAS DE LOS ACCIDENTES DE TRÁFICO. 2017, de INEGI Sitio web: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2015/trafico0.pdf
[2] ILICH VALDÉZ. (2016). CDMX, ENTRA LAS CIUDADES CON MAYOR NÚMERO DE ACCIDENTES VIALES. 2017, de MILENIO Sitio web: http://www.milenio.com/df/transito_accidentes-muertes_accidentes_transito-muertos_vialidad-choques_0_755924595.html
[3][5] XAVIER REYNAGA. (2011). Accidentes viales encabezan tasa de mortalidad. 2017, de EL ECONOMISTA Sitio web: http://eleconomista.com.mx/sociedad/2011/04/24/accidentes-viales-encabezan-tasa-mortalidad
[4] INEGI. Op. Cit.
[5] XAVIER REYNAGA. Op. Cit.

[6] GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MEXICO. (2015). REGLAMENTO DE TRÁNSITO DEL DISTRITO FEDERAL. 2015, de SSP, GDF, GOBMEX Sitio web: http://data.ssp.cdmx.gob.mx/reglamentodetransito/documentos/nuevo_reglamento_transito.pdf

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Juventu-des-esperanza de participación

Colectivo Paideia
14:05

Por: Nadia Sierra Campos

El Día Internacional de la Juventud se celebra el 12 de agosto de cada año, fue establecido por las Naciones Unidas en el 2000 (Resolución 54/120), como un mecanismo para aumentar la conciencia sobre los problemas que afectan a los jóvenes en todo el mundo.

Se define como jóvenes a las personas comprendidas en un rango de edad que va de los 18 a los 29 años de edad y que actualmente conforman la generación más numerosa de la humanidad. En México, para 2015, información de la Encuesta Intercensal mostró que el monto de la población joven ascendió a 30.6 millones, que representa más de la cuarta parte (25.7%) de la población a nivel nacional, y de ésta, el 35.1% son adolescentes de 15 a 19 años.

Ellas y ellos en número, en composición, en inquietudes y sueños, se consideran agentes fundamentales del cambio social. Su imaginación, ideales, energía y visión son necesarias para el desarrollo de las sociedades, pero, ¿en realidad les ofrecemos todas las herramientas y oportunidades para que se desarrollen? Pese a su importancia, son víctimas del panorama nacional y global de inseguridad, violencia, corrupción, impunidad y pobreza. Pero también, son los destinatarios de una que otra acción o programa que pretende garantizarles educación, empleo, acceso a espacios de esparcimiento y cultura, al medio ambiente e incluso a la política.

No puedo hablar de “la juventud” pues cada persona en ese rango de edad se desenvuelve en un contexto geográfico, económico, social y cultural distinto; lo juvenil además, hace referencia a las producciones culturales y contraculturales que despliegan o inhiben en su andanza diaria; las y los jóvenes diría Duarte (2010), “hacen referencia a los sujetos específicos en su individualidad y en sus relaciones colectivas. La juvenilización es la expresión que adquiere el proceso por medio del cual se construyen imaginarios sociales con modelos de ser joven que circulan en nuestras sociedades.

Por eso este texto habla de JUVENTUDES y también describe cierta esperanza y desesperanza que les envuelve.

Abordar todos los contextos juveniles me llevaría a escribir mucho más en este espacio y sobre todo me obligaría a dialogar y construir con ellxs, de tal suerte que sólo me centraré al tema de la participación ciudadana juvenil.

Numerosos estudios antropológicos, sociológicos y políticos han hecho énfasis en que la juventud se siente excluida y aislada de la vida política en el país al no encontrar espacios de resonancia y eso es parcialmente cierto. Por supuesto que cada vez menos vemos manifestaciones en las calles, panfletos, pronunciamientos que entregar en las esquinas, reuniones cercanas con cotos de poder, pero sí encontramos peticiones con firmas electrónicas en la red, conversatorios virtuales y espacios democráticos como Wikipolítica.

Tal vez quisiéramos ver la forma de participar de los y las jóvenes como lo hicimos las generaciones adultas, pero no sólo los tiempos han cambiado, la red nos ha revolucionado y las tecnologías de la información y la comunicación nos han transformado. Por ejemplo, en la promoción de los derechos humanos toman relevancia las relaciones cívicas, el fortalecimiento de las capacidades y derechos juveniles, la ampliación de los atributos de la ciudadanía en la constitución de las identidades, ya no sólo se trata del derecho al voto a partir de los 18 años de edad, sino que se da importancia a las prácticas sociales que dan significado a la ciudadanía. 

Quizá la política es una cosa aburrida y por eso para las y los jóvenes los discursos acartonados, los principios y estatutos reciclados, las mismas caras al frente de las instituciones y los organismos políticos les dan desesperanza. Pero, qué tal si llamamos su atención a participar activamente a través de Twitter, Facebook, Instagram u otros; si colgamos fotos de sus inquietudes, si “posteamos” las canciones que en versión de reggaetón, heavy metal, punk o trash contienen su protesta social, si damos “like” a sus opiniones y preferencias, es entonces donde encontramos esperanza.

Hoy no sólo en educación y cultura debemos utilizar las redes, la participación ciudadana nos obliga a utilizar los espacios públicos físicos y virtuales, alguna vez las generaciones adultas hicimos nuestras las calles y los muros, las generaciones presentes y recientes ahora deben hacer suyos los espacios en que se desenvuelven desde sus aparatos electrónicos hasta su convivencia cotidiana.

La esperanza radica en que encontremos las nuevas y divertidas formas de comunicarnos con las juventudes.



Fuentes consultadas

Portal de las Naciones Unidas 2017, apartado de celebraciones, días internacionales http://www.un.org/es/events/youthday/. Consultada el 9 de agosto de 2017

Principales resultados de la Encuesta Intercensal 2015. Estados Unidos Mexicanos, INEGI, México, 2016


Duarte, K. y Cáceres, D. (2010). Proceso de Integración Microsocial y Formación de Capital Social. En Capítulo 7 de la Sexta Encuesta Nacional de Juventud. INJUV. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=19501303. Consultado el 10 de agosto de 2017.


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La importancia de la empatía en el aula

Colectivo Paideia
16:04

Por: Cinthia Godínez

“Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión”.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel

¿Qué pensamos cuándo escuchamos o leemos la palabra empatía? Quizá la primera respuesta es: “Saber ponerse en el lugar del otro”.

Sin embargo, considero que la empatía significa mucho más, puesto que ésta es considerada como “un conjunto de capacidades que empieza en uno mismo (sin la capacidad de darnos cuenta de nuestros sentimientos, jamás podremos contactar con las emociones y estado anímico de los demás), y que nos permite reconocer y entender las emociones de los demás. De ahí que D. Goleman considerara la empatía como el Radar Social”.[1]

La concepción anterior nos invita ha sumergimos en el mundo de la otra persona y nos permite ver desde su más cercana percepción y sentir como ella. Sin embargo, es importante mencionar que el hecho de tener capacidad de colocarnos en el lugar de la otra persona no significa que se comparta la forma de pensar, coincidir en opiniones o se tenga la misma interpretación de los hechos.

¿Qué importancia tiene la empatía en el aula? Desde mi experiencia, en el trascurso de mi corto camino profesional, me atrevo a decir que mucha. Si bien es cierto que es fundamental en todo tipo de circunstancias, en el aula ser un o una docente empaticx es primordial, puesto que motiva, estimula y resulta clave para el desarrollo académico de nuestros y nuestras estudiantes.

Ser empáticx y lograr mantener un ambiente agradable y cálido en el espacio áulico da mejores resultados en los y las alumnxs, que la fuerte y enérgica disciplina, que normalmente genera distancia; la interacción entre estudiantes y docentes llega a ser fundamental, poco más que otros factores como el material con lo que se trabaje o el número de estudiantes que haya en el salón de clases.

La empatía en el aula es ese toque a la puerta hacia los y las estudiantes que nos permiten entrar a su mundo y llegar para compartir todo aquello que estamxs preparadxs y dispuestxs a enseñar, nos da pauta para demostrar y contagiar nuestra pasión por lo que hacemos y ser posiblemente un ejemplo a seguir en su vida académica.

Como profesores y profesoras podemos utilizar nuestra pasión por el conocimiento, y por el objeto de nuestro conocimiento como un estímulo indispensable para alcanzar lo que se proponga un o una profesional, un o una estudiante, el ser humano en general; sólo necesitamos encontrar un equilibrio entre nuestra pasión por lo que creemos y cómo expresarlo, apoyadxs por esa empatía nos resultará más sencillo.

Hoy día, ejerciendo la docencia, considero que sin la empatía hubiese sido complicado lograr compartir y, aún más, ser una inspiración para mis estudiantes. Ellas y ellos mismxs perciben esa sintonía con nosotrxs y acceden a un ambiente de iguales; las dudas, la retroalimentación y la confusión, por mencionar algunas situaciones, se manifestarán sin timidez o temor.

Concluyo con la siguiente frase: “Si amas lo que haces no tendrás ni un solo día de trabajo”, y así lo perciben los y las estudiantes; si a esta frase sumamos la empatía, seguramente nuestro esfuerzo y compromiso tendrán un impacto en ellos y ellas: involucrándose más con su aprendizaje, acercándose al o la docente y comprendiendo que al final siempre habrá un resultado positivo, como lo esperan los administrativos escolares.

Hacer las actividades o labores en el aula con pasión y transmitirla con empatía nos dejará más satisfechxs y la respuesta del estudiante, ante cualquier escenario, será placentera.

Fuente:
La empatía. Jon Berastegi. http://www.blogseitb.com/inteligenciaemocional/2007/06/04/la-empatia/. Copyright © 2017 Inteligencia emocional. Tema de Colorlib Provisto por WordPress, fecha de consulta: 2 de agosto 01:55 hrs.



[1] Berastegi, Jon. La empatía. Copyright © 2017 Inteligencia emocional. http://www.blogseitb.com/inteligenciaemocional/2007/06/04/la-empatia/. Tema de Colorlib. Provisto por WordPress. Fecha de consulta: 2 de agosto, 01:55 hrs. 

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El cuidado del agua

Colectivo Paideia
14:53

Por: Verónica Estrada

En esta ocasión me gustaría comentar sobre el cuidado del agua y, aunque el tema es sumamente extenso, me abocaré a hacer una breve reseña de la importancia que tiene este vital líquido.  

No cabe duda que la interacción con otras personas, siempre resulta en una inspiración para ahondar en diferentes temas de nuestro interés. En lo particular, reconozco que gracias a mi hermano Francisco, geógrafo de profesión, es que hace unos cuantos años, se sembró en mí la consciencia sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y sus recursos. Me he vuelto más observadora de lo que sucede en torno al tema y procuro cada día ser más participativa para contribuir -desde mi lugar- con el cuidado de los recursos naturales que tengo a mi alcance y, que por supuesto, valoro enormemente.

Mi motivación surge de diversas situaciones que veo o escucho de algunas personas; por ejemplo: cuando lavan las calles o banquetas con la manguera en lugar de barrerlas, o bien, cuando dejan la llave del agua abierta mientras se lavan los dientes, se rasuran, se bañan o lavan los trastes. Creo que vale la pena recordar lo importante que es el agua para la vida y lo que implica cuidar este valioso recurso.

Hay que recordar que el agua es la sustancia más sorprendente que tenemos. Su composición química son tres átomos: dos de hidrógeno y uno de oxigeno (H2O), cuya combinación la hacen el solvente universal más versátil que tenemos, capaz de diluir más sustancias que cualquier otro líquido y de almacenar grandes cantidades de calor, entre muchas cosas más. Además de beberla y nadar en ella, la usamos en muchas de nuestras actividades diarias como lavar, cocinar o pescar; pero, casi siempre, ignoramos la relación especial que tiene con nuestras vidas y el medio ambiente en general.

Históricamente, el agua ha jugado un papel fundamental para la humanidad. Es de todxs conocido que el desarrollo de las grandes civilizaciones fue posible gracias a que éstas iniciaron por asentarse en las orillas de los ríos y los lagos. Cuando el ser humano conoció mejor el clima, el suelo y el agua, dejó de ser nómada para convertirse en sedentario, inventó la pesca y la agricultura, trabajó en armonía con los elementos de la naturaleza (tierra, agua, fuego y aire) y construyó las civilizaciones; cambio radical en la vida de la humanidad y nuestro planeta.

Desde el punto de vista de la salud, sabemos que el cuerpo humano está compuesto en su mayoría por agua, que va de un 75% al nacer y con el crecimiento varía hasta en un 45%. Regula las funciones de la respiración, el metabolismo, la remoción, la temperatura y eliminación de desechos; sin olvidar que es la cura para tratar muchos malestares físicos, por lo que no podemos prescindir de este líquido para vivir.

En relación a la naturaleza, el agua es la sangre vital de nuestro planeta. Los ecosistemas están ligados y se mantienen de ella. El agua es fundamental para el crecimiento de las plantas y provee un hábitat permanente para muchos animales. Siendo un solvente universal, el agua nutre, filtra y envuelve a los ecosistemas, los seres vivos, los nutrientes, el sedimento y los contaminantes a través de la erosión, el transporte y el flujo de los ríos, los glaciares y las capas de hielo. El agua conforma los paisajes y con la evaporación y condensación, interviene en cambio de energía entre la tierra y la atmósfera, controlando así el clima de la Tierra.

El agua también es un factor determinante para el bienestar social y económico de los habitantes en las diferentes comunidades del mundo: por ejemplo, interviene en la agricultura, en la actividad minera -que utiliza enormes volúmenes para sus procesos de separación y purificación de productos-, en la industria textil y la talabartería… ¡En fin!, el agua es un elemento indispensable para el funcionamiento y desarrollo de nuestras sociedades.

Es notable que cada actividad humana y natural esté ligada al agua. No podemos minimizar ninguna, pues todas forman una cadena que permite cubrir las diferentes necesidades humanas, y descuidar alguna de ellas, impactaría en nuestra calidad de vida, tal como sucede hoy en día.

Vale la pena recordar algunas acciones que podemos emprender para cuidar el agua:



  • Coloca difusores y otros mecanismos de ahorro en los grifos e inodoros. Existen dispositivos baratos y que se adaptan a las llaves que tengas ya instaladas.
  • Repara fugas, goteras y problemas de funcionamiento en el inodoro.
  • Si te es posible, considera el cosechar el agua de lluvia y úsala para satisfacer algunas necesidades de la casa. Esto ayuda a disminuir la demanda de agua de la red de abastecimiento pública.
  • No dejes abierta la llave del grifo mientras te cepillas los dientes, afeitas, lavas los platos o te enjabonas el cuerpo en la regadera.
  • Con el lavavajillas y la lavadora, utiliza cargas llenas y ciclos cortos. En caso de ser posible, usa los programas de lavado de bajo consumo de agua.
  • Mientras esperas que salga el agua caliente de un grifo o la regadera, puedes llenar otros recipientes con el agua fría y utilizarla con otros fines.
  • Riega el jardín o las plantas expuestas al sol por la tarde, con el fin de evitar la rápida evaporación que ocurre durante el día. Al adquirir plantas, prefiere aquellas adaptadas al clima de la región en lugar de plantas con mayores requerimientos de agua.
  • Lava el coche en casa con cubetas de agua en lugar de usar la manguera.

Con pequeñas acciones y con la participación de cada unx de nosotrxs, su puede lograr el uso sustentable de este recurso en favor de las presentes y futuras generaciones. El agua se transforma a cada momento y es nuestra obligación cuidarla, protegerla y respetarla; es un patrimonio de la humanidad de la cual depende la vida misma. Y tú, ¿que otras formas utilizas para cuidar el agua? Compártenos tu opinión.


Referencias
Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México, 2007   hora y fecha de consulta: 14:30 hrs, 23 de julio de 2017

Lo que se dice del agua. México 2006, IV Foro Mundial del Agua. Primera edición, diciembre de 2005, Comisión Nacional del Agua hora y fecha de consulta: 13:00 hrs, 22 de julio de 2017.

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