El uso de redes sociales puede desencadenar depresión
15:23
Por: Antonio Morales
¿Sabían qué se ha demostrado qué el uso de las redes
sociales puede desencadenar situaciones de depresión en las personas?
Nueve de cada diez internautas mexicanxs están en redes
sociales, y la red social más popular en México es Facebook (Islas, 2015). El uso de las redes sociales cubre
una necesidad de comunicación y es una forma muy práctica para poder mantenerte
al tanto de eventos que ocurren en el mundo, así como de las situaciones que
ocurren con las personas que conoces. En ellas, tenemos la total libertad de
publicar lo que queremos, compartir momentos o hechos que nos parecen
relevantes que deseamos conozcan lo demás. Sin embargo, sabemos que las redes
sociales generan dependencia, lo experimentamos día a día -ya sea con conocidos
o incluso con nosotros mismos-, pero… el tema de la dependencia es diferente a
la depresión, y hoy hablaremos de ésta última.
Para hablar de la relación entre el uso de redes
sociales con la depresión, analicemos en primera instancia el tipo de
publicaciones que vemos. Es muy común que al entrar en ellas veamos
representaciones felices y extremadamente idealizadas de la vida privada de las
personas que seguimos, por ejemplo: fotos de vacaciones, adquisiciones de algún
bien material o incluso algún logro personal como una titulación o una boda.
Son pocas las personas que expresan sus infortunios o problemas, no decimos que
no se publiquen, pero sabemos que son los menos.
Enfrentarse constantemente con las imágenes de quienes
seguimos que muestran una vida “perfecta” y llena de situaciones maravillosas
puede suscitar fuertes sentimientos de envidia y asumir que sus vidas son
efectivamente: perfectas. Distorsionar la realidad trae como consecuencia la
idea de desvalorización sobre nuestra propia vida, olvidando que ninguna
existencia es perfecta e idealizando las
de los demás, asumiendo que son más felices o exitosos que unx.
Las redes sociales pueden hacer que las personas se sientan
incluso desvaloralizadas, si éstas creen que no están a la altura de sus amigos
debido al número de visitas, mensajes actualizados y fotos de personas felices
que la están pasando muy bien. Esta percepción sobre unx mismx puede afectar
nuestro humor o tal vez volvernos competitivos, perdiendo la perspectiva de
nuestros logros por ver e imaginar que los de los demás son mejores; por lo
consiguiente: preocuparnos más en alcanzar metas “fantasiosas” que nosotros
mismos nos construimos.
Por otro lado, al exponernos o exponer parte de nuestra
vida privada en redes sociales, nos vuelve objeto fácil de críticas o
calificaciones sobre lo que hacemos y como somos, teniendo como consecuencia
que podamos sentirnos juzgados por “valer” menos que los demás. ¿No les suena depresivo?
Todos los días vemos “selfies” -que generalmente son el
resultado de varios intentos fotográficos hasta que se obtiene la imagen
perfecta- y cuyo objetivo es obtener más “likes”; es decir, que más conocidos aprueben
como me veo y que lo hago es mejor. Pero, ¿qué pasa cuándo no obtenemos la
cantidad de “likes” esperados?
Recordemos que hace algunos años nos quejábamos sobre
las imágenes de lxs modelos en revistas y de cómo estas imágenes representaban
estándares de belleza poco realistas, no obstante, el día de hoy, la persona
más aprobada socialmente cuenta con un dato cuantitativo llamado: “Me gusta”.
Una investigación realizada por la Royal Society of
Public Health (RSPH) y la Universidad de Cambridge
denominado #StatusOfMind indica que el 91% de los jóvenes en edades entre 16 y
24 años usa internet para navegar en redes sociales, mientras que las tasas de
ansiedad y depresión de este grupo han aumentado en 70%. Así mismo, esta
investigación determina que Instagram es la red social que más afecta a la
salud mental de los jóvenes entre los 16 a los 24 años, debido al aumento de sus
niveles de ansiedad, porque comparan sus vidas contra lo que ven en los
perfiles de la gente a la que siguen.
Y, aunque sabemos que uno de los principales objetivos
de las redes sociales en la red es facilitar la comunicación y el contacto
social de una manera más rápida e inmediata, se ha descubierto que irónicamente
el uso excesivo de éstas lleva al aislamiento; es decir: la interacción
interpersonal en la vida real se ve disminuida, afectando al desarrollo de las
habilidades sociales y de profundidad en la vida diaria y real fuera de
Internet.
Como pueden ver, son muchos los puntos que se
consideran en relación de la depresión con las redes sociales. ¿Ustedes qué
opinan? ¿Consideran ésta una problemática cercana a ustedes? ¿Les gustaría que
profundicemos más sobre alguna de las consecuencias aquí señaladas?
Referencias
Islas, O. (2015). Cifras sobre jóvenes y redes sociales
en México. EntreTextos.
Status of Mind: Social media
and young people’s mental health (05 de 2017). Obtenido de Young Health
Movement:
http://www.yhm.org.uk/wp-content/uploads/2017/05/RSPH-YHM-Social-Media-Mental-Health-Report-1.compressed.pdf