Por qué no podemos hablar de familia

Colectivo Paideia
14:55

Por: Angeles Santiso

“Todo cambia, nada es”.
Heráclito de Éfeso 
                                                                                                        
El miedo al cambio es más común de lo que pudiéramos pensar. Incluso cuando el cambio es augurio de vivir mejor, en muchas ocasiones, el temor nos paraliza consciente o inconscientemente. Sin embargo, con recelo o no, el cambio es lo único permanente.

Para que exista un cambio, es necesario el movimiento y el caos; y como el cambio implica la necesidad de adaptarnos a lo nuevo, generalmente se presenta algún tipo de resistencia. Esta premisa aplica a los cambios sociales, aunque haya algunos que son tan paulatinos, que no los percibimos hasta que es inevitable notarlos.

Uno de los cambios sociales frente a los cuales se ha dado gran resistencia, es el concepto de familia. “La familia, y sobre todo los valores morales que fundamentan las relaciones familiares, son un buen ejemplo de este cambio silencioso” dice Joan Bestard, antropólogo de la Universitat de Barcelona.[1]

El conjunto de transformaciones que ha experimentado la familia en el mundo occidental constituye una de las manifestaciones más importantes del cambio social contemporáneo, debido principalmente a tres factores:

1.     La libertad para elegir a la pareja. Aunque no aplica en todos los casos, actualmente lo más usual es seleccionar una pareja a partir del sentimiento, y ya no del interés familiar. Los matrimonios arreglados en función de los intereses patrimoniales, religiosos y/o culturales, han disminuido en pro de las uniones basadas en el amor.

2.     El principio de igualdad de género. Los roles tradicionales de género, se han transformado. Las imágenes de la mujer dedicada al hogar y el hombre dedicado al trabajo, han sufrido cambios importantes debido a la participación activa de las mujeres en los ámbitos social, político y cultural. La autoridad patriarcal ha sido discutida ampliamente y se han criticado todos los fundamentos de su poder. Las labores de cuidado del hogar y de las hijas y los hijos, ya no son exclusivas de las mujeres. Ahora, forma parte de las relaciones de parentesco que no se consideran como un hecho natural, sino que se van construyendo socialmente.

3.     La centralidad de la niñez en la formación de las relaciones familiares. Se tienen menos hijxs y se busca el momento adecuado para tenerlxs, pero sentimentalmente se invierte más en ellxs. Tener hijxs o no, ya no es un imperativo de la estructura familiar, y la filiación biológica ya no se contempla como la única opción posible.

Entonces, ¿por qué no podemos hablar de familia? Porque producto de su evolución, LA familia se ha diversificado y, en consecuencia, tenemos que hablar de LAS familias. Lo que muchas personas han llamado la familia natural, no es más que una forma de organización familiar. De hecho, no podemos hablar de familia natural ya que esta estructura se rige por reglas sociales, y las reglas sociales las hemos construido y deconstruido a lo largo de la historia.

La diversidad familiar es un hecho, como es un hecho que lo que las define ha cambiado. La palabra Familia viene del latín famulus que significa sirviente o esclavo.[2] La palabra familia era equivalente a patrimonio e incluía no sólo a los parientes sino también a los sirvientes de la casa del amo. ¿Este tipo de vínculo es el que deseamos que defina a nuestras relaciones familiares? ¿Una relación basada en la sumisión al poder del amo, y en el que el interés principal es patrimonial? Y si mi deseo es tener una familia así, ¿eso anula el deseo de lxs demás?

El artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos define a la familia como “la unidad natural y fundamental de la sociedad. Establece el derecho del hombre y de la mujer para casarse y fundar una familia, el derecho a la igualdad en el matrimonio y el libre consentimiento en éste.”[3] Cada hombre y cada mujer, tiene derecho a casarse y fundar una familia; si cada hombre y cada mujer tiene derecho a ello, da por resultado una amplia diversidad familiar, misma que el INEGI[4] nos ayuda a clasificar y, que en un texto posterior, me dedicaré a describir:

§        Familia heteroparental.
§        Familia homoparental.
§        Familia monoparental.
§        Familia reconstituida.
§        Familia simple.
§        Familia extensa.
§        Familia compuesta.
§        Familia de elección

Si hay diversas formas de constituir una familia, ¿podemos seguir hablando sólo de una? Tan válidas son unas como otras. La sociedad se ha transformado, y aunque a veces nos atemorice el cambio pensando que lo que viene es terrible, sólo es cuestión de estar conscientes de nuestra resistencia al mismo. Como diría el economista John Maynard Keynes “Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted que hace?”.



[1] Etimologías Latín. (19 de julio de 2017). Obtenido de http://etimologias.dechile.net/?familia
otros, J. B. (2012). Noves formes de família/Nuevas formas de familia. Barcelona: Ajuntament de Barcelona.
[2] Etimologías Latín. (19 de julio de 2017). Obtenido de http://etimologias.dechile.net/?familia
[3] Organización de las Naciones Unidas. (2008). Declaración Universal de los Derechos Humanos, United Nations. Recuperada el 19 de julio de 2017, del sitio Web: Naciones Unidas en http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/
[4] Cuéntame…población (2015). INEGI. Recuperada el 19 de julio de 2017, el sitio Web: http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/hogares.aspx?tema=P

Comentarios (2)

2 Response to "Por qué no podemos hablar de familia"

  1. Medios y recursos didácticos para educación virtual. says:
    21 de julio de 2017, 8:02

    Es indudable la transformación que ha tenido y seguirá teniendo la institución familiar, reconocimiento por la población y las leyes de cada país, es el momento para surcar y crecer como sociedad. Aceptando, y potenciando a cada uno de los miembros que conforman la sociedad.

  2. Angeles says:
    22 de julio de 2017, 18:06

    Así es, querido Víctor. Es tiempo de de cambiar, y apreciar lo valioso de la diversidad. Gracias por leernos, y te invitamos a seguirnos.

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